Senador Carlos Felipe Mejía
La nueva Fiscalía General de la Nación decidió en justicia archivar la investigación que el anterior todo poderoso y perverso fiscal Montealegre le ordenó abrir a Óscar Iván Zuluaga, en momentos definitivos del anterior certamen electoral presidencial, en un complot con la Agencia de Inteligencia de la Presidencia de la República a cargo del cuestionado almirante Echandía. Un grupo de funcionarios públicos interfirieron en forma abierta e ilegal para incidir en unas elecciones trascendentales, cuando la víctima de esta infiltración criminal en su campaña, el Dr. Óscar Iván Zuluaga, estaba ad portas de ganar la Presidencia de la República.
Con el cierre de esta investigación, queda claro que el candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga no recurrió a prácticas ilegales en su campaña, que las autoridades judiciales y de la nueva Fiscalía, muy pronto establecerán y precisarán que la campaña no utilizó los mal llamados hackers para el imposible de obstruir un proceso de paz y lo menos factible, espiar otras campañas. Su hijo David como gerente ha demostrado en todas las indagatorias que las cuentas de la campaña son transparentes y que los pagos al autodenominado hacker, quien no es más que un traficante de informaciones falsas, se realizaron exclusivamente para actividades legales de seguridad informática y manejo de redes en la campaña. Luis Alfonso Hoyos tuvo que salir del país, ante la evidente persecución orquestada por el fiscal Montealegre, quien a toda costa pretendía incriminarlo sin permitirle una defensa con garantías de imparcialidad y el debido proceso, pero las mismas razones por las cuales archivaron el caso de Óscar Iván, permitirán cerrar favorablemente los casos, tanto de David como de Luis Alfonso.
Esta buena noticia de principio de año, para el candidato, su familia y sus amigos, la veíamos venir cuando desde el año pasado se fue revelando en forma contundente la manera en que se urdió el entramado desde la Agencia Nacional de Inteligencia con la complicidad del fiscal. Pero la justicia, todo indica llegará, precisando y estableciendo los verdaderos responsables, esclareciendo la razón que motivó este escándalo mediático y criminal que alteró un resultado electoral inminente y la responsabilidad de su directo beneficiario.
Con la mejor actitud podrá iniciar este año Óscar Iván Zuluaga su campaña para ser el candidato del Centro Democrático en las elecciones presidenciales de 2018, representando con dignidad y transparencia a todos los sectores que tradicionalmente han comulgado con sus ideas y sus propósitos, a los millones de colombianos que le dijeron No al acuerdo de las Farc y Santos, y a los que sienten con dolor que este gobierno haya burlado nuestro ordenamiento institucional para favorecer un grupo de terroristas.
Ahora Óscar Iván con su gran capacidad de trabajo, curtido de ataques y sinsabores, con la mayor experiencia que puede tener un hombre público (concejal, alcalde, empresario, congresista, ministro y candidato exitoso), podrá recorrer permanentemente todos los rincones de la Patria, llevando su mensaje y su propuesta, demostrando que es un líder de provincia que llega al pueblo con la sinceridad del hombre transparente y firme que no renuncia a su ideal de luchar por una Colombia distinta, la Colombia de la seguridad democrática que entiende que la primera obligación del Estado es garantizar la seguridad de las ciudades y el campo, y no privilegia narcotraficantes y terroristas, la confianza inversionista que crea escenarios para el crecimiento económico y la prosperidad, la cohesión social que se ocupa de cerrar las brechas de la pobreza y la desigualdad y provee acceso a salud, educación y vivienda a los más desprotegidos, el Estado austero que ve los recursos públicos como sagrados y lucha frontalmente contra la corrupción que hoy desangra la nación, y el diálogo permanente con los ciudadanos para conocer de primera mano sus necesidades y encontrar con ellos soluciones. Es sin lugar a dudas el exministro Zuluaga el más indicado para retomar el rumbo que trazó el expresidente Uribe y que echó por un abismo Santos detrás de vanidades.