Senador Carlos Felipe Mejía
La agenda legislativa y de control político del Congreso ha estado concentrada durante todo este año en un solo objetivo, atender los requerimientos del Gobierno nacional con el fin de lograr la implementación del acuerdo que el presidente Santos firmó con las Farc. No existe otra prioridad. Menos mal la Corte Constitucional en alguna forma ha impedido que se les conceda todo el sistema de justicia revanchista y de venganza que tenían acordado y ha permitido una mayor deliberación para así lograr modificar algunos puntos en contravía de las orientaciones de Santos y Timochenko.
Después del 30 de noviembre regresa la legislación ordinaria y es nuestro propósito que en la Comisión Cuarta del Senado, gracias a dos proposiciones que presenté, se puedan adelantar unos debates de control político que se relacionan con el futuro de los departamentos de Caldas y de la región centro occidental del país. Dejo aparte lo de Aerocafé porque definitivamente lo tendremos que hacer con un nuevo gobierno. Santos faltó a su palabra como es su costumbre y le falló a Caldas con este proyecto que utilizó de manera descarada como promesa politiquera de campaña. Ni con dos ministros de transporte caldenses pudimos sacar un peso para Aerocafé.
El primer debate tiene que ver con el proceso que se adelanta en un tribunal de arbitramento, con el fin de definir la situación de la Concesión Autopista del Café, ya que para la Agencia Nacional de Infraestructura ANI, esta concesión ya se cumplió y por tanto debe revertir al Estado. Queremos establecer lo que para la región implicaría esta reversión, si consideramos que la ANI ha expresado que de existir recursos de peajes devueltos y los futuros, se podrían invertir en obras complementarias de infraestructura, seguridad vial, mantenimiento preventivo y operación del corredor vial, pero además adelantar otras obras fundamentales para los departamentos en materia de desarrollo vial (por ejemplo vías terciarias) y por las cuales nada ha hecho este gobierno que expira. En 1997, cuando se inició la concesión, el recaudo por peajes fue de 5.684 millones de pesos, en 2015 fue de 157.309 millones y en el 2016 de 171.948 millones. En total hasta el 2016 ha recaudado Autopistas del Café 1 billón 489 mil millones de pesos. Con estas cifras podemos ver la magnitud de lo que representaría para la región utilizar de esos peajes hacia el futuro para el desarrollo de infraestructura, si el fallo es favorable.
El segundo debate tiene que ver con la preocupación que existe en las entidades públicas y gremiales por el futuro del proyecto de expansión portuaria en el Puerto de Tribugá. Desde 1997 el Gobierno nacional lo incluyó dentro del Plan de Ordenamiento Físico Portuario, lo ratificó en el 2008 y lo incorporó en los planes de expansión. Este proyecto implica la ampliación de oportunidades para el transporte de carga, mediante la conectividad del Pacífico al interior del país, en los modos férreo, fluvial, carreteable y aéreo. Un puerto que ha estado en proceso de ser declarado como Proyecto de Interés Nacional Estratégico según el Conpes 3762 y que hoy pasa por la incertidumbre que genera la Resolución No. 1406 de octubre de 2017 de la Agencia Nacional de Infraestructura, según la cual la concesión no estaría cumpliendo con una condición en materia de desarrollo vial. Se busca hacer un llamado al Gobierno para que no se frustre este gran propósito regional y nacional, revisando con toda objetividad y rigor, el recurso de reposición que se interpuso ante esta resolución de la ANI. No puede ser que un lento, engorroso y dudoso trámite burocrático, conduzca a esperar un nuevo gobierno para empezar nuevamente a partir de cero, un proyecto en el cual han puesto sus esperanzas durante 20 años los habitantes de la región.
Caldas ha sido desafortunado con el presidente Santos, quien no tuvo la voluntad de continuar, viabilizar y financiar los proyectos de infraestructura por los cuales durante tanto tiempo ha luchado. Esperamos que no se trunque este proyecto fundamental del puerto y abogar para que se defina con claridad cómo se utilizarían los recursos de los peajes de la autopista, si el fallo revierte la concesión. Mientras tanto, seguimos esperando los recursos del gobierno nacional que en reiteradas visitas prometió Santos para la tragedia invernal de Manizales y la devolución de los $160 mil millones que nos quitó el ministro Cárdenas del presupuesto para vías en Caldas.